El Passo Stelvio, situado en Italia, a 2.757 metros, es el paso de montaña pavimentado de mayor elevación de los Alpes orientales, y el segundo más alto de los Alpes, únicamente por detrás del Col de l'Iseran (2770 m).
Debe parte de su fama a ser uno de los puertos más duros de la competición ciclista más importante del país, el Giro de Italia. Su longitud es de 24 km, con un desnivel medio del 7,6%.
Antes del final de la Primera Guerra Mundial, se formó la frontera entre el Imperio Austrohúngaro y el Reino de Italia. Durante la guerra, el paso (próximo a la frontera de Italia con Austria y Suiza) fue escenario de feroces batallas entre la nieve, que incluso llegaron al neutral territorio suizo.
En el paso hay varios hoteles y restaurantes. No hay problema para dejar el coche, ya que hay un parking grande, donde se encuentra el telecabina.
Después de atravesar la carretera, hay una escalera que nos lleva a una pista que nos sube en fuerte ascenso hasta el refugio Garibaldi.
Allí seguiremos la senda que nos lleva a las ruinas de las fortificaciones de la Gran Guerra. Estamos en la frontera actual entre Italia y Suiza.
Magnífica vista del pico Ortles (Ortler en alemán) con sus 3905 metros de altitud. Es la montaña más alta de los Alpes Orientales, fuera de la cordillera Bernina.
Una visto los restos de las fortificaciones de la primera guerra mundial, vimos un pico que estaba bastante accesible. Así que decidimos que si estaba ahí era para que lo subiéramos.
Después de seguir la senda que se ve en la fotografía anterior, el camino gira 180º y empieza a aumentar la pendiente.
Una vez en la cima del Piz Cotschen, a 3030 metros de altitud, tenemos una vista panorámica de 360º. Con un poco de esfuerzo, hemos conseguido un gran merito.
Desde esta altura impresiona aún más la tremenda envergadura del pico Ortles y su glaciar.
También se puede observar el telecabina que sube a 3000 metros, en el monte Thoni, al que subiríamos después.
Si hay una sensación agradable en la vida es hacer cima, cumplir el sueño de subir una montaña hasta el final.
No somos los únicos que subimos a estas altitudes. Hay animales que están mucho mejor preparados que nosotros, porque es su hábitat.
Y para que os hagáis una idea de lo duro que es el puerto, esta última imagen de la carretera de subida.