LAGO DI TOVEL
El lago di Tovel es un pequeño lago de la provincia de Trento, en la región italiana de Trentino-Alto Adigio, situado a una altitud de 1.178 metros. Es una joya del Parque Natural del Adamello-Brenta y es el lago natural más grande de Trentino.
Desde Madonna di Campiglio hay que dar toda la vuelta al macizo y, en la población de Tuenno, tomar la carretera que sube al lago. En época de verano, como cuando hicimos nosotros la ruta, está lleno de gente y el último tramo no se puede seguir con el coche, hay que hacerlo en un autobús del parque.
No es fácil aparcar en los parkings, ya que suelen estar llenos, por lo que es mejor dejar el coche al lado de la carretera en algún hueco que veamos. Desde allí iremos andando hasta el lugar donde se coge el autobús.
El lago di Tovel era famoso en toda Europa hasta el año 1964 por el color rojo de sus aguas en verano, debido a una proliferación de algas, fenómeno que no ha vuelto a ocurrir. Hasta hace poco se creía que se debía a la proliferación de un alga, sanguineum Glenodinium, que tiene pigmentos carotenoides. Estas algas se alimentaban de los excrementos de las vacas que pastaban en estos prados. Al disminuir éstas, desapareció el fenómeno. Hoy se sabe que no se deben a esas algas, sino a tres especies diferentes: sangre Tovellia, anauniensis Baldinia y otra en vías de investigación.
Existe un sendero muy transitado que da toda la vuelta al lago. Merece la pena hacerlo, no tiene dificultad alguna y además podemos ir a la playa que se encuentra del otro lado.
Además de la belleza natural del lago, hay que recordar que estamos en los Dolomitas di Brenta, por lo que estamos rodeados de cumbres de más de 3000 metros algunas.
Es un buen sitio para hacer reportajes fotográficos.
Este lago debido al fenómeno de las algas tiene una hermosa leyenda: la leyenda de la Reina Tresenga. Hace mucho tiempo en Ragoli, hoy pequeño pueblo de Val Rendena, era una ciudad muy rica, a la cabeza de un gran reino. Llegó un día en que el último rey de Ragoli murió sin un heredero varón, con una hermosa hija de nombre Tresenga.
Los ciudadanos del reino sabían que si la princesa se casaba se convertiría en propiedad de un soberano extranjero, y esto llevaría a la pérdida de toda la riqueza de la ciudad de Ragoli. Sin embargo Tresenga, que era un joven muy inteligente, hizo el juramento de renunciar a cualquier doble enlace con el fin de salvar a su reino. La belleza y la riqueza de la joven reina, sin embargo, eran bien conocidos por todos los jóvenes cadetes de territorios vecinos que no quisieron perderse la oportunidad de convertirse en gobernantes de un reino tan poderoso y, al mismo tiempo, esposos de la princesa más bella que jamás habían visto.
El pretendiente más terco y arrogante resultó ser el rey joven de Tuenno, Lavinio. Lo intentó en dos ocasiones y en ambos la respuesta fue una negativa. El orgullo del joven rey pronto transformó su amor en rabia, tanto es así que Lavinio reunió a todo su ejército decidió marchar sobre Ragoli y arrasarla. Tresenga, habló con sus súbditos y les propuso una disyuntiva: casarse con el rey de Tuenno o luchar contra él.
Los habitantes de Ragoli no tenían dudas e inmediatamente se pusieron del lado de la joven reina, decidieron arriesgar todo para su libertad. El ejército Lavinio se encontraba acampado al lado del lago y comenzó una sangrienta batalla que duró varios días. El ejército Tuenno era demasiado fuerte y asesinó a todos los ciudadanos de Ragoli y también a la hermosa Tresenga. Su sangre y la de todos sus sujetos tiñeron las aguas del lago di Tovel de color bermellón. A partir de ese triste día, una vez al año, en el aniversario de la batalla feroz, por arte de magia, las aguas del lago comenzaron a colorearse de nuevo con rojo y algunas personas juran que, incluso hoy en día, en las noches de luna llena, se ve la triste figura de la hermosa Tresenga, suspirando a lo largo de las orillas del lago. Una hermosa leyenda.
Durante nuestra visita al lago coincidimos con un rescate médico con helicóptero. Una persona mayor sufrió un síncope y los equipos de emergencia llegaron por helicóptero.
Claro que hay que estar bien preparado ya que allí no hay sitio para aterrizar y se tuvieron que descolgar del aparato.
LAGO DI MOLVENO
El lago de Molveno es un lago en la provincia de Trento, en la región italiana de Trentino-Alto Adigio. El único asentamiento en sus orillas es el pueblo de Molveno. Durante el verano está masificado y nos resultó imposible aparcar en el pueblo, ni en los parkings de pago, estaba todo completo.
Sólo pudimos dejar el coche a la orilla de la carretera para bajar hasta la orilla. No hay playa para bañarse, sólo algunos sitios con rocas para entrar en el agua.
El lago se encuentra a una altitud de 864 metros, con una profundidad máxima de 123 metros.
LAGO DI TOBLINO
Después del mal sabor de boca que nos dejó el lago di Molveno, al no poder aparcar en la población, vimos en el mapa otro pequeño lago que había en las cercanías, aunque para llegar a él tuvimos que pasar un pequeño puerto.
Se encuentra a una altitud de 245 metros al fondo del Valle dei Laghi, en la provincia de Trentino.
Hay un sendero que va por la orilla del lago hasta la zona del Castillo. El castillo era propiedad del príncipe de Trento en el año 1100. Durante el siglo XIII perteneció a la familia do Campo para retornar al obispado en el siglo XV. Después sirvió de aposento a los invitados papales y obispales, sobre todo durante el Concilio de Trento.
Es uno de los raros ejemplos de castillos lacustres.
En la actualidad es propiedad privada y acoge un restaurante.