Aunque ya había subido al Monte Santa Cecia hacía unos meses con el club Ultreia, por una pista con bastante dificultad técnica, me había quedado la espinita de intentarlo por un itinerario más sencillo y tratar de volver por pistas de tierra. Así bajé en el gps garmin varias rutas de diferentes personas y traté de unirlas en una sola.
El sábado 18 de agosto era el día indicado. Después de madrugar un poco, salí a las 9 menos cuarto de la mañana, camino de Milladoiro. Allí cogí el camino de Santiago portugués que viene de Padrón hasta Angueira do Castro. Después de pasar varias aldeas (Sisto, Prada, A Meana, A Peruca) comencé la ascensión por el este. La primera parte se realiza por pista asfaltada, para abandonarla por un camino que sale a mano derecha. El camino de subida es bastante cómodo y asequible, con la dificultad que han cortado la vegetación alrededor y está el suelo lleno de restos de toxos (peligro de pinchazos). Inicialmente se gana altura con varios zig-zag. Una vez en la cima fotos de rigor y avituallamiento (que hay que llevar encima por supuesto).
La bajada del monte la realicé por el otro lado, con alguna bajada muy difícil por la pendiente y la gran cantidad de piedras sueltas que hay. Ante la duda, lo mejor echar pie a tierra para evitar una caída que estropeé el día. En la bajada se llega a una pista de asfalto, con atajos trialeros que se pueden evitar. Llegamos a la aldea de Macedos, para a continuación atravesar por un puente la vía rápida de Santiago a Noia y tomar dirección las Torres de Altamira.
El camino es una gozada porque se va por sendas y pistas de tierra, sin tocar apenas el asfalto. Una vez en las Torres de Altamira, donde por cierto había un montón de gente, nuevo avituallamiento.
Desde allí, bajé hasta la aldea de Portanxil para subir hasta o Mar de Ovellas. Como la ruta se había quedado un poco corta decidí tomar dirección a la Playa fluvial de Tapia, con un recorrido muy bonito que va todo por encima del monte.
En la Playa de Tapia, alto en el camino para refrescarme y comer algo para afrontar la dura y larga subida hasta Quintáns, con el monte Espiñeira siempre a la vista. Desde aquí vuelta a Santiago siguiendo una de las rutas habituales.
Distancia: 68.41 km.
Desnivel: 1270 metros.