Desde las Américas se coge la autopista dirección Santa Cruz de Tenerife y allí nos desviamos al municipio de la Laguna, donde ya aparecen los carteles que nos llevarán al parque de Anaga.
Folleto Parque de Anaga, pdf
Empezamos a subir de forma progresiva en altitud y a adentrarnos en terreno montañoso, con gran cantidad de vegetación. La primera parada obligatoria es la Cruz del Carmen, donde se encuentra el centro de interpretación del parque, una cafetería muy acogedora, el mirador donde se ve la cima del Teide y el comienzo de muchas de las rutas de senderismo que plagan esta área protegida.
Nosotros realizamos una ruta muy sencilla, el sendero de los sentidos, que parte del parking de la Cruz del Carmen. Es un sendero balizado, con tres niveles de dificultad y longitud, que nos introduce en el bosque de laurisilva, que es un tipo de bosque nuboso, subtropical, con grandes árboles parecidos al laurel del que toman el nombre. Es un tipo de selva lluviosa o bosque húmedo que es mantenido por el empuje constante de los vientos aliseos desde el océano. Nosotros realizamos el más largo de los tres, que conduce al mirador del llano de los Loros.
En nuestra humilde opinión de senderistas no merece la pena perder el tiempo en esta ruta, ya que el bosque de laurisilva alcanza todo su esplendor en la isla de la Gomera. El enlace está en wikiloc: sendero de los sentidos
Desde la Cruz del Carmen, continuaremos por una carretera de montaña, con buen firme pero muchas curvas, con varios miradores para lo que tendremos que tener suerte que no está cubierto el norte de nubes, hasta llegar al Bailadero, donde nos desviaremos a Taganana. Aquí bajamos en una corta distancia toda la altitud que habíamos subido.
Íbamos con la recomendación de comer en "Casa África", pero fue imposible porque no había sitio donde aparcar. De todas formas, no hay problema porque en la aldea de Benijo hay varios restaurantes donde se puede comer de raciones de forma estupenda. Además aquí tendremos una vista increíble de la playa de Benijo.
Tiene un acceso más complicado que las playas que la preceden pero merece la pena ir. Se baja por una escalera abierta en el acantilado, protegida por una valla.
La playa tiene unos 300 metros de longitud, es de arena negra volcánica, fina, con arrecifes e islotes volcánicos, entre los que destacan los Roques de Anaga.
Hay que tener cuidado con los niños, ya que suele presentar un fuerte oleaje, pero hay lugares más protegidos dentro de la playa para la tranquilidad de los padres. Además con marea baja se forman algunas piscinas naturales entre las rocas que hacen las delicias de los pequeños y mayores.
Yo hice una pequeña ruta por la costa para ver las formaciones rocosas y las pequeñas calas de arena que hay a continuación.
También podemos ver rocas con formas caprichosas que ha ido esculpiendo el agua y el viento a lo largo de los años.
La Ruta se puede descargar de wikiloc en el siguiente enlace: Playa de Benijo
En el último episodio de nuestro viaje, cruzaremos a la Isla de la Gomera, donde estuvimos dos días.