Mi idea original era salir antes de la desembocadura del río Soldón, pero fue imposible porque la altura del agua hizo que no pudiera pasar por debajo de los ojos del puente del Ferrocarril. Así que crucé con el coche por encima de la vía ferrea y lo dejé al lado de la estación antigua. Allí hay un pequeño embarcadero, o más bien una bajada al río.
El agua está embalsada por el pantano de Sequeiros, por lo que el agua fluía hacia arriba, contracorriente, por el viento que hacía.
Los márgenes del río son espectaculares no sólo por las formaciones rocosas que presenta, sino por la abundante vegetación de ribera. Hasta encontré un colchón de nenúfares, con las flores a punto de brotar.
Lo que nos vamos a encontrar al principio es un meandro de forma el río Sil, que se puede ver desde la N-120 en el Mirador del Comité.
Como se puede apreciar en las fotografías siguientes, la roca forma un ángulo de 90º con el río. Sería unos buenos lugares de escalada.
Pero vamos a hablar un poquito de historia. Poco antes de la desembocadura del río Bibei, el río Sil hace un cerrado meandro al chocar contra un filón de esquisto.
Hace casi dos milenios, un ingeniero romano trazó una obra que sorprende hoy en día por su ejecución para obtener oro. Tuvo tanta fama que quedó la toponimia de Montefurado o Boca do Monte.
Se sabía que las aguas del río Sil, como del río Lor contenían filones de oro, importantes para llenar las arcas del Imperio Romano. Se estima que sacaron unas 190 toneladas de oro a razón de 7 toneladas al año. El dorado metal salió por la Via Nova que se ve cerca de Ponte Bibei.
Aquí no se utilizó el sistema de Ruina Montium o arrugia, que consistía en perforar tuneles horizontales y verticales para que después la fuerza del agua derrumbara la montaña. El mejor ejemplo de ello son las Médulas en León.
En el caso de Montefurado los ingenieros diseñaron un atajo al meandro, porque sabían que el oro corría por el río Sil. De esta forma podrían secar el meandro y extraer el preciado metal. De esta forma se excavó un tunel de 120 metros de longitud y 20 metros de ancho, para que el agua siguiera este recorrido.
Además hay otro factor que no se ve y es que la profundidad aquí es de 10 metros, en forma de "V", lo que facilitaba a los romanos la posibilidad de taponarlo cuando querían, para que el río volviese a fluir por el meandro natural. De esta forma volvían a cribar los sedimentos que se formaban después para buscar las pepitas que iban camino de Roma.
Hay constancia de varios desprendimientos, el más importante en 1934 cuando se perdieron 70 metros de longitud, quedando los 50 metros actuales. Como resultado del derrumbe se inundaron todos los campos que había por detrás del tunel. Éste fue reabierto en 1941.
FICHA DE LA RUTA:
1.- 9,36 millas naúticas (17,33 km)
2.- 3 horas y 28 minutos
3.- Lugar de Salida: Embarcadero del río Soldón
COORDENADAS: 42º26'43.404"N, 7º13'40.584"W
4.- Dificultad: fácil.
5.- Ruta en WIKILOC
